lunes, 21 de abril de 2014

No es periodismo

Llámenlo X

Dedicar parte de un programa deportivo a las predicciones de un perro no es periodismo. Enorgullecerse de que esta vez sí ha acertado y solicitar disculpas a quien ha frivolizado con este ridículo es patético.

Llenar programas con las tonterías que cuelgan los futbolistas (de equipo grande, por supuesto) en sus cuentas personales de redes sociales no es periodismo. Llevar una tarta al futbolista o entrenador (de equipo grande, por supuesto) con motivo de su cumpleaños no es periodismo. ¿Os imagináis a un periodista político felicitar el cumpleaños tarta en mano a los parlamentarios al salir del Congreso? Yo tampoco.

Ciscarse en el rigor y la veracidad no es periodismo. Lanzar exclusivas tan solubles por el paso del tiempo como un azucarillo en un café caliente no es periodismo. Dijo Gabriel García Márquez: "A veces se olvida que la mejor noticia no es la que se da primero, sino la que se da mejor". Años después, quizás haya que cambiar el “a veces” por un “casi siempre”.

Hacerle la prueba del polígrafo a un exárbitro porque vives del estiércol de la polémica no es periodismo. Hacer de esta polémica arbitral el principal protagonista de tu programa tampoco es deportivo.

Gritarse a la cara en un plató de televisión no es periodismo. Las tertulias en las que importan más los decibelios y las descalificaciones que la razón no son periodismo.

Insultar a la inteligencia del aficionado al deporte y del lector/telespectador/oyente no es periodismo. Utilizar tu privilegiado puesto de periodista deportivo para tus filias y fobias no es periodismo. Tampoco es de recibo.

El forofismo vende mucho, pero no es periodismo. Inventarse una noticia de otro medio para nutrir otra noticia es bochornoso y no, no es periodismo.

Estos son solo unos pocos ejemplos que me vienen a la memoria para ilustrar la realidad de un oficio maltratado. Algunos se olvidan de que el periodismo deportivo debería ser básicamente eso, periodismo. Otro ya ni respetan el ‘apellido’ deportivo, porque ni la deportividad, en general, ni otro deporte que no sea el ‘rey’, en particular, venden lo suficiente para tenerlos en cuenta. Sin embargo, son esos mismos los que copan la mayor parte del trabajo y del dinero del periodismo deportivo, mientras en el paro y el oscurantismo habitan muchos que seguro aspiran a hacer simple y llanamente periodismo. No hay sitio para ellos porque el oficio está ocupado por quienes han llegado con su caballo de Troya para invadirlo y contaminarlo.

Están por todas partes, son periodistas y no hacen periodismo. Pasen y vean todo este circo de enemigos de la razón.

Llámenlo X, pero hagan el favor de no llamarlo periodismo.

jueves, 10 de abril de 2014

Getafe-Bayern, seis años después

Hoy también es jueves

Como hace seis años, hoy también se disputa la vuelta de los cuartos de final de la Copa de la UEFA (rebautizada como Europa League). En este caso no juegan ni Bayern de Múnich ni Getafe. Uno ha dado un paso adelante y otro un paso atrás para volver a sus posiciones naturales. Uno está en lo más alto de la élite, luchando por revalidar su título como mejor equipo de Europa, y el otro está en el fango de la Primera División, luchando por quedarse otro ratito al cobijo de la historia. Pero un día, 10 de abril como hoy, estos dos clubes antitéticos cruzaron sus caminos en una eliminatoria tan, tan rara que el que perdió fue el que más ganó, y eso que solo hubo un resultado: el empate.

Pasarán años y años pero siempre quedará el recuerdo de un partido inolvidable con una banda sonora a la altura de las circunstancias. De mi recuerdo azulón saqué las palabras para describir lo indescriptible, y a él acudo hoy, de nuevo, para rescatar ese relato especial, al que añado ahora el mejor sonido: el de la narración de los goles de Víctor Gallo en Globo FM. Esos gritos, esa risa enloquecida y esa voz quebrada son el mejor resumen para un día que muchos no quieren recordar, a pesar de que nunca olvidarán. La pasión y el sentimiento que pusieron los jugadores del Getafe en el césped y la afición en la grada se trasladan a nuestros oídos. Que la letra no le quede muy pequeña.

Recuerdo azulón: Beckenbauer, aquí está Getafe 

 


El Getafe fue esto. Y siempre lo habrá sido. Todo pasa y todo queda.