Los primeros minutos
condenan al Getafe
El momento en el que suena el despertador no suele coincidir
con el momento en el que te levantas. La pereza, el sueño, el dolor o tu modo
de vida hace que dejes unos segundos –o minutos– para procesar la información
de ese invento del diablo que te obliga a levantarte de la cama sin siquiera
haberte pedido permiso. Algo similar le ocurre al Getafe, que no es nada sino
algo parecido a la vida misma. Ese lapso de tiempo entre que oyes el
despertador y te despiertas es el mismo limbo en el que se establece el Geta
entre que el árbitro pita el inicio y el equipo decide empezar a funcionar. Y
es, asimismo, la condena a la que Fran Escribá tiene que hacer frente si no
quiere que la –cada vez menos– relajada posición en la tabla se vea
peligrosamente comprometida.
No es una metáfora, es que el Getafe entra mal y tarde a la
mayoría de sus encuentros de esta Liga. Los números dicen que, de las 24
jornadas disputadas hasta hoy, los azulones han perdido un total de 12 partidos
en los que el común denominador de todos ellos son los goles tempraneros
recibidos. En cada una de estas doce derrotas el primer gol en contra llegó
antes del descanso, alguno incluso antes de que los aficionados pudieran
sentarse en sus asientos. Es el caso del último, ante el Atlético de Madrid,
cuando Torres marcó al minuto de juego. Pero el último no es el único.
De hecho, el Geta tardó sólo tres minutos de Liga en recibir
su primer gol, de las botas de Salva Sevilla en el estreno ante el Espanyol
(1-0). Frente al Granada (1-2), en la segunda jornada, no había pasado ni media
hora cuando Guaita ya había recogido dos veces el balón de sus redes (min. 25 y
28). Después llegaron el 3-1 ante el Athletic (primer y segundo gol: 6’ y 24’),
el 2-0 ante el Atleti (gol a los 4’), un doloroso 5-0 contra el Sevilla (35’),
el 0-2 del Barça (37’), un 3-1 en Eibar (15’ y 29’) o el 4-1 en el Bernabéu,
donde los cuatro tantos en contra llegaron antes del descanso (4’, 16’, 35’ y
38’). Tras esta derrota llegamos a la racha vigente de 4 jornadas consecutivas
perdiendo: 3-2 en Granada (27’ y 36’), 0-1 contra el Athletic (25’), 3-0 en
Málaga (9’, 24’ y 43’) y la citada ante el Atleti por 0-1 (1’).
No obstante, el hecho de encajar rápido no sólo va acompañado
de derrotas. En el 2-2 en Mestalla el resultado ya llegó así al descanso, si
bien se adelantó dos veces el equipo azulón. En la victoria a domicilio frente
al Sporting, los locales se adelantaron al cuarto de hora de juego, y en la
victoria por 3-1 ante el Espanyol el Geta tuvo que remontar el primer gol, en
el minuto 26, de los visitantes. Únicamente ha habido dos jornadas en las que
el Getafe ha recibido gol y el primero no ha llegado antes del descanso: en
sendos 1-1 en el Coliseum frente a Real Sociedad y Rayo.
Esta es la viva imagen de un problema que persiste y al que
no se sabe poner solución. Y una conclusión: si el Getafe pierde es porque ha
recibido algún gol antes del descanso. Aunque esta curiosa estadística también permite
ver el vaso medio lleno: partido que se consigue llegar al descanso con la
puerta a cero, partido que no se pierde. Ahí tienen el reto Fran Escribá y los
suyos. El viernes en el Ciutat de Valencia veremos si por fin se pliegan a las
órdenes del despertador, ese invento del diablo que domina a todo el mundo
menos al Getafe.
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