miércoles, 17 de febrero de 2016

La maldición de los primeros minutos

Los primeros minutos condenan al Getafe

El momento en el que suena el despertador no suele coincidir con el momento en el que te levantas. La pereza, el sueño, el dolor o tu modo de vida hace que dejes unos segundos –o minutos– para procesar la información de ese invento del diablo que te obliga a levantarte de la cama sin siquiera haberte pedido permiso. Algo similar le ocurre al Getafe, que no es nada sino algo parecido a la vida misma. Ese lapso de tiempo entre que oyes el despertador y te despiertas es el mismo limbo en el que se establece el Geta entre que el árbitro pita el inicio y el equipo decide empezar a funcionar. Y es, asimismo, la condena a la que Fran Escribá tiene que hacer frente si no quiere que la –cada vez menos– relajada posición en la tabla se vea peligrosamente comprometida.

No es una metáfora, es que el Getafe entra mal y tarde a la mayoría de sus encuentros de esta Liga. Los números dicen que, de las 24 jornadas disputadas hasta hoy, los azulones han perdido un total de 12 partidos en los que el común denominador de todos ellos son los goles tempraneros recibidos. En cada una de estas doce derrotas el primer gol en contra llegó antes del descanso, alguno incluso antes de que los aficionados pudieran sentarse en sus asientos. Es el caso del último, ante el Atlético de Madrid, cuando Torres marcó al minuto de juego. Pero el último no es el único.

De hecho, el Geta tardó sólo tres minutos de Liga en recibir su primer gol, de las botas de Salva Sevilla en el estreno ante el Espanyol (1-0). Frente al Granada (1-2), en la segunda jornada, no había pasado ni media hora cuando Guaita ya había recogido dos veces el balón de sus redes (min. 25 y 28). Después llegaron el 3-1 ante el Athletic (primer y segundo gol: 6’ y 24’), el 2-0 ante el Atleti (gol a los 4’), un doloroso 5-0 contra el Sevilla (35’), el 0-2 del Barça (37’), un 3-1 en Eibar (15’ y 29’) o el 4-1 en el Bernabéu, donde los cuatro tantos en contra llegaron antes del descanso (4’, 16’, 35’ y 38’). Tras esta derrota llegamos a la racha vigente de 4 jornadas consecutivas perdiendo: 3-2 en Granada (27’ y 36’), 0-1 contra el Athletic (25’), 3-0 en Málaga (9’, 24’ y 43’) y la citada ante el Atleti por 0-1 (1’).

No obstante, el hecho de encajar rápido no sólo va acompañado de derrotas. En el 2-2 en Mestalla el resultado ya llegó así al descanso, si bien se adelantó dos veces el equipo azulón. En la victoria a domicilio frente al Sporting, los locales se adelantaron al cuarto de hora de juego, y en la victoria por 3-1 ante el Espanyol el Geta tuvo que remontar el primer gol, en el minuto 26, de los visitantes. Únicamente ha habido dos jornadas en las que el Getafe ha recibido gol y el primero no ha llegado antes del descanso: en sendos 1-1 en el Coliseum frente a Real Sociedad y Rayo.

Esta es la viva imagen de un problema que persiste y al que no se sabe poner solución. Y una conclusión: si el Getafe pierde es porque ha recibido algún gol antes del descanso. Aunque esta curiosa estadística también permite ver el vaso medio lleno: partido que se consigue llegar al descanso con la puerta a cero, partido que no se pierde. Ahí tienen el reto Fran Escribá y los suyos. El viernes en el Ciutat de Valencia veremos si por fin se pliegan a las órdenes del despertador, ese invento del diablo que domina a todo el mundo menos al Getafe.

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