miércoles, 6 de abril de 2016

Dalo todo, Geta

“Y usted, no pise ese escudo”

Lo dijo Luis Aragonés y, aunque su contexto no tiene nada que ver con el significado que aquí se le va a dar, sirve para todos aquellos profesionales que se dedican al fútbol. Como casi cualquier lección que nos enseñó el maestro, por otra parte. Luis, ‘el Sabio’, ‘Zapatones’, ese viejo cascarrabias que se fue habiendo dejado escrita toda su leyenda y parte de la de nuestro fútbol, también fue azulón. No sé cómo defendió la camiseta del entonces Club Getafe Deportivo, donde debutó allá por la temporada 1956-57, pero sí sé que en un pasado más reciente dejó la frase que ha de guiar hoy a la plantilla del Getafe Club de Fútbol.

Tras once jornadas consecutivas sin ganar, en las que únicamente ha sumado dos empates, el azulón se está volviendo negro. Con este panorama el principal problema no son las estadísticas, ni siquiera el fútbol; son las sensaciones. En una situación tan drástica hay algo que no se puede negociar: esforzarse al máximo. Que llegue cualquier equipo y te gane claramente porque ha sido mejor, vale; que te supere en ganas, trabajo y actitud no se puede permitir. Y eso, básicamente, es lo que le sucedió al Getafe en Vallecas, así como en las cuatro salidas anteriores, en las que el mejor resultado fue un 3-0 en contra.

A estas alturas ya no es cuestión de jugar bien al fútbol, tampoco de ganar. Lo que se les pide es la regla básica del fútbol: competir. Pelear cada balón como si fuera el último, dejarse hasta la última gota de sudor, exigirse como si no hubiera más en el mundo que la próxima jugada. No consentir que el rival llegue un segundo o diez centímetros antes a la pelota. Usted, futbolista que defiende la camiseta del Getafe, defiéndala ahora más que nunca. No se permita que nadie le pueda reprochar que no se ha dejado hasta el último gramo de energía. Luche, gane cada balón dividido que está perdiendo. Sufran en el césped como les están sufriendo en la grada. Quien da todo lo que tiene no está obligado a más. Dalo todo, Geta.


Gane, empate o pierda; marque o falle; acierte o yerre; sálvese o descienda. Pero, por favor, no pise el escudo que lleva al pecho. Vivar Dorado, Gica, Contra o Belenguer no lo hicieron.