sábado, 20 de febrero de 2016

Levante 3-0 Getafe

El Getafe no encuentra su Viernes

Otro partido que empieza un viernes por la tarde y termina en lunes por la mañana. Como en Málaga hace dos semanas, otro 3-0 donde lo mejor ha sido el resultado. Otra imagen pésima y otro partido para sentir una profunda vergüenza –en palabras del entrenador y de cualquiera aficionado que haya visto el encuentro–. El Getafe ha caído de una forma tan clara como corresponde a quien que llega al choque de rodillas. Desde el minuto 1 al minuto 90, nada.

Debería estar más que avisado el equipo para levantarse al oír el despertador, pero es algo que se lleva dentro: a los cuatro minutos de juego, el Levante ya había tenido una falta peligrosa en la frontal del área, dos córners y un remate a placer desde el área pequeña. Visto lo visto, el gol de Morales en el minuto 9 tardó mucho en llegar. No es exagerado afirmar que los locales se podrían haber ido al descanso con cuatro goles de ventaja. Tan mala fue la primera parte azulona que Escribá hizo sus primeros cambios en el minuto 58. Total, que ya son 13 derrotas en las que se ha encajado el primer gol antes del descanso. Enfermos y sin cura.

El partido ha sido un boceto a sucio mal encarado y peor ejecutado. Un entrenador que sale a jugar con un único mediocentro –Juan Rodríguez– dejando a dos en el banquillo y que, cuando decide sacar a uno de ellos –Medrán– lo hace por el otro que estaba jugando; así es muy complicado, Fran. Un lateral derecho que acostumbra a ser rudo y que hoy ha parecido más flojo y carente de capacidades que un infantil de primer año; ay, Damián. Un defensa central cuya mayor virtud es ser alto; el penalti que ha regalado Vergini debería tener forma de banquillo de larga duración. Un delantero centro convertido en el mayor especialista de la Liga en fallar goles a puerta vacía dentro del área pequeña; ya ni sé cuántos van, Álvaro. Y para cerrar el circo el otro delantero centro que, en el intento de asedio final para recortar distancias, saca los córners para que remate no se sabe muy bien quién. Así ha salido el dibujo hoy: con un 3 y un 0, el retrato del Getafe en el Ciudad de Valencia. Feo, muy feo.

Tiene una costumbre bastante arraigada el club azulón en repetir la historia, en recaer en sus errores, en vagar cuando encuentra algo de tranquilidad en la tabla. La inconsistencia abusa de su espíritu: después de enlazar seis jornadas sin perder y tres ganando consecutivamente, pierde cinco seguidas –las cuatro últimas sin marcar ningún gol–. Está subido en el tren de la bipolaridad y no hay quien lo baje. Cuando parece que por fin ha aprendido a navegar, naufraga estrepitosamente. Si hace un mes parecía un crucero por las islas griegas, hoy está más perdido que Robinson Crusoe en su isla desierta. Encontrar su Viernes que le guíe y le ayude a sobrevivir también le está costando: un partido ganado de cinco disputados en el horario que abre la jornada. Puestos a abrir, va siendo hora de que el Getafe y Fran Escribá abran bien los ojos. Cuanto antes, que vienen los caníbales por detrás y traen mucha hambre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario